miércoles, 7 de septiembre de 2011

ecosistema artificial


Con el paso de los años, los hombres fueron tomando los ecosistemas naturales para convertirlos en ecosistemas artificiales, y,  a partir de esta situación, se han generado y provocado diferentes consecuencias en el medio ambiente.
Dentro de estos ecosistemas artificiales, nombramos a los ecosistemas que fueron modificados para dejar lugar a los cultivos, crías de animales, represas e incluso a las ciudades. Uno de estos ecosistemas que el hombre adaptó es el agroecosistema, es decir, sistemas agrícolas ganaderos que se dedican a producir alimentos y fibras textiles.
Generalmente, estos ecosistemas reemplazan zonas de praderas y bosques naturales por campos de cultivo de una sola especie de planta. Esto se conoce como monocultivo y si bien son simples, no tienen la resistencia de los ecosistemas naturales porque allí hay pocas especies interactuando entre sí. Así mismo, estos ecosistemas artificiales necesitan de maquinarias para el cultivo, la irrigación, fertilización y plaguicida, las cuales requieren de un extra de energía que, en la mayoría de los casos, proviene de combustibles fósiles.
En el caso de que en estos ecosistemas haya animales (ganado) hay un sobrepastoreo que también incide en el medio, alterando las condiciones naturales, lo que se traduce en un debilitamiento del ecosistema.
También debemos referirnos a la degradación de los suelos por los ecosistemas artificiales. Por ejemplo, cuando los suelos son utilizados para la actividad agrícola, y no se realizan los controles necesarios, se producen ciertas alteraciones que conducen a la progresiva pérdida de fertilidad del suelo. Y si el suelo no es fértil, es prácticamente inservible para producir.

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